Brrr

Que frío del demonio hace en las mañanas querido lector; que frío; bien me decía a mí mismo, cómprate unos suéteres y unas chamarras, que tiene que tengan estampados NFL (eso me decía en verano) y pues las consecuencias son claras; hoy me despertó “Don Viento Gélido” a las cinco de la mañana, y pues como es de costumbre tu cuerpo no expele mucho líquido por sus poros capilares cuando hace frío así que por ende busca la salida natural para sacar la orina; entre el frío y las ganas de orinar la salida de mi cama fue inevitable, no sentía la punta de los dedos, eso es natural. Pasando lo que tenía que pasar me fui a la cama y según yo antes de dormir de nuevo pensaría en cosas agradables para que mis sueños sean bonitos; pasaron diez minutos, quince, media hora, una hora; en fin, ya eran las seis y con este horario a las seis ya está un poco claro, así que dije, bueno pues me levantaré y aproveche para salir a caminar por las calles adoquinadas y sentarme en la plaza que esta por mi casa, me dije, que agradable es estar aquí a pesar del frío, por lo menos no se encuentra el grupito de ancianos mal hablados y olor a costal que se sientan por aquí a asolearse a partir de las 4 de la tarde; eso ya era bueno, otra cosa fue la constante afluencia de señoras cuarentonas que se van a correr en las mañanas, el barrendero público, la fonda de comida económica cuya licuadora se escuchaba con eco a unos cientos metros de ahí. Todo estuvo bien, y más porque estrené mi playlist, ahora que escuche cada una de las canciones que lo componían me recordara esa mañana fría y llena de pequeños momentos, ahora son las diez y media, ya estoy en mi casa y tengo sueño, fuck. Adiós sábado perfecto, adiós señoras cuarentonas que hacen ejercicio por las mañanas.