domingo, 12 de septiembre de 2010

El hombre en busca del sentido

Dado a que mi ímpetu por la lectura se ha desvanecido un poco, que mejor oportunidad para retomar la jovialidad por la misma introduciéndote a un libro de tintes filosóficos. A continuación un resumen del primer capítulo.

UN PSICÓLOGO EN UN CAMPO DE CONCENTRACIÓN

Los acontecimientos presentados dentro de una campo de concentración son descritos a partir de la experiencia personal de un psicólogo, las historias contadas aquí fueron no tuvieron lugar en los más grandes y famosos campos, sino en los más pequeños en donde hubo mayor exterminio; existían diferentes tipos de inquilinos, uno de ellos eran los capos, personas que tenían más y mejores privilegios que los prisioneros y contaban con una tarea administrativa.

En el campo de concentración cada momento que se trasladaba prisioneros era claro que se mandarían al crematorio o a la cámara de gas, es por eso que la lucha entre los prisioneros para no ganar la designación de traslado era prioridad. Por otro lado al entrar al campo se les despojaba a las personas de documentos y objetos personales, por lo que era común que los prisioneros se hicieran pasar por profesiones o nombres falsos, lo que tenía importancia aquí no era eso, si no los números de los prisioneros; números que se tatuaban o bordaban en las prendas.

Los capos eran asignados con un perfil que pudiera ser dominante, y también brutal; el relato de este capítulo trata de las vivencias adquiridas por un psicólogo prisionero. Este nombraba los privilegios que se podían tener dentro del campo de concentración, por ejemplo se contaba con cupones, cada uno podía canjearse por seis cigarrillos, muchas veces varias semanas después, si bien a menudo perdían su validez, los cigarrillos se podían cambiar por doce raciones de sopa y esta sopa podía ser un verdadero respiro frente a la inanición durante dos semanas. Los prisioneros que consumían despreocupadamente sus cigarros era claro que vivían los últimos momentos de sus vidas, puesto que frente a esta actitud se veían ellos mismos sin ninguna esperanza para vivir.

Por otro lado lo que el autor trata de describir la naturaleza exacta de dichas experiencias, recuentos y datos sobre los campos de concentración describiendo con valor, valentía y confesión cada uno de sus pasajes.

Frases

“Es muy fácil para el que no ha estado nunca en un campo de concentración hacerse una idea equivocada de la vida en él.”

“No había tiempo para consideraciones morales o éticas, ni tampoco el deseo de hacerlas.”

“Los hechos se considerarán significativos en cuanto formen parte de la experiencia humana.”

“El auténtico peligro de un ensayo psicológico de este tipo no estriba en la posibilidad de que reciba un tono personal, sino en que reciba un tinte tendencioso.”


Una vez leído el primer capítulo me queda claro que el autor quiere trasmitir lo mejor posible sus experiencias a los lectores, no cabe duda que hay historias sensacionalistas en donde los escritores a veces van más allá de lo sucedido, es bueno que desde un principio Víctor Frank diga todo a forma de confesión y no de anonimatos. A pesar de que he leído un libro con temática similar como es el de “Los hornos de Hitler” de Olga Lengyel, no es igual a este por ver otra forma de ver las cosas, sobretodo en este caso por medio de un psicólogo que transmite sus vivencias a partir de puntos de vista objetivos.

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